Guitarra Manuel Ramirez

Corría el año 1912 cuando el influyente guitarrista Andrés Segovia le encargó a su luthier, el mismísimo Manuel Ramírez, que le diseñara un instrumento a su imagen y semejanza. Tenía que ser una guitarra que cumpliera con su estilo, con su forma de tocar, con la versatilidad que debía tener el instrumento para que sacara el máximo partido a su talento. Así fue como nació la Guitarra Manuel Ramírez, una joya con la cual realizaría algunas de sus interpretaciones más inolvidables.

Ahora, la actual generación de la familia Ramírez, ha decidido rendir tributo a esa guitarra única y realizar una réplica bajo la atenta supervisión de Amalia Ramírez. El resultado es un instrumento tan perfecto como el original y que tiene todo lo que le caracteriza. Es una guitarra fabricada con tal grado de perfección y cantidad de matices, que está preparada para evolucionar y cambiar a medida que el propio músico vaya madurando en su uso.

Por su rareza, solo se van a producir 30 unidades. Todas ellas parten de la plantilla original que diseñó el famoso luthier y cuya guitarra original se encuentra entre los objetos más preciados de la exposición permanente del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.

Características de la Manuel Ramírez

No es casualidad que se trate de una de las guitarras más famosas históricamente de los luthieres españoles. Es un instrumento que grita a los cuatro costados que se trata de una guitarra española. Tiene la forma, la versatilidad, el color y el tacto, así como la línea de expresividad y el encanto. A primera vista, no le falta de nada, pero cuando se toca, ahí se confirma aún más lo buen instrumento que es.

Por su perfil clásico, necesita componentes igual de tradicionales. Eso nos lleva a una tapa de abeto macizo que juega muy bien con el color y crea una dimensión de lo más atractiva. Para contrarrestar, se ha utilizado palosanto de Madagascar macizo en el fondo y los aros. Mención especial merece la veta, creando un bonito diseño que replica en su totalidad al modelo original de la guitarra.

El tiro es de 654 mm, tiene diapasón de ébano, puente de palosanto de Madagascar, clavijero con un diseño réplica del original y cejillas de hueso. El barnizado que se le ha dado al instrumento para que alcance mejor nivel de durabilidad y aspecto es de gomalaca. La magia que destila esta guitarra Manuel Ramírez se aprecia en cada uno de sus componentes.